miércoles, 11 de abril de 2012

pershing square

address: south olive and 5th streets, los angeles, united states
architect: ricardo legorreta
date: 1991 / 1993

El anteúltimo día del año pasado, en México DF, en la misma ciudad en la que había nacido ochenta años antes, murió Ricardo Legorreta. Se había graduado en UNAM en 1953; y aunque trabajó en la oficina de José Villagrán García, hasta 1960, cuando abre su propio estudio, su maestro fue Luis Barragán. Cuando en 1968, se inaugura el Hotel Camino Real del DF, con proyecto de Ricardo L. algo pasó con la arquitectura. Es obvio que desde muy joven entendió la importancia de Barragán, y decidió continuar con la estilística que aquel había fundado con sus 5 o 6 casas del DF. Ricardo L. debe haber sido un estudioso aplicadísimo de la obra de Barragán y logró lo que el propio Barragán no pudo o no quiso: Conseguir clientes importantes que encuentren viable un proyecto renovador, alejado del establecimiento, y adaptar el lenguaje intimista, increíblemente colorido y elegante hasta la exasperación de las casas de Barragán a programas extensos, complejos y exigidos como hoteles internacionales 6000 estrellas o sedes de mega compañías transnacionales. Camino Real rompe con todos los presupuestos de lo que debería ser un hotel de lujo a fines de los 60. No hay torre, no hay vistas a la ciudad, no hay fachadas de cristales rutilantes, pero todo está más que bien. Es confortable, sofisticado, imprevisible, ingenioso, romántico, internacional y local al mismo tiempo, emocionante: Es como el cielo incrustado en el caos mexicano.

En Pershing Square están todos los motivos de Ricardo L. Está la fuente, están las galerías sombreadas, están los colores vibrantes. La plaza es hermosa, pero me pareció desconectada del downtown de ciudad estadounidense de Los Angeles, con su Biltmore Hotel, su Skidmore, Owings and Merrill de vidrios espejados y sus torres bancarias de hierro y cristal. Mi amigo de Los Angeles, Leonardo Ch. me hizo notar que posiblemente ayude a los inmigrantes mexicanos a sentirse un poco mejor. Y creo que tiene razón. Pershing Square está llena de espectros latinoamericanos, invisibles para los wasps y fastidiosos para los negros, que posiblemente sin saber porque, justo ahí en Pershing Square se sienten mejor que en la autopista, en Little Venice o entre Arata Isosaki y Frank Gehry, en el Civic Center. Es que Pershing Square, lo mismo que la casa que Legorreta le proyectó –también en Los Angeles- a Ricardo Montalbán, es con sus muros maravillosos y sus aguas inquietas, una rememoración perfecta de un México ideal

No hay comentarios:

Publicar un comentario