miércoles, 28 de diciembre de 2011

mci plaza


address: flower and 7th streets, los angeles, united states
architects: charles luckman associates
date: 1972 / 1973

La historia de Charles Luckman es rara en el mundo de la arquitectura, pero por otra parte, clásicamente americana. Nació en Kansas City en 1909, y su apellido parece hecho a propósito para él. En sus memorias explica como decidió ser arquitecto: A los nueve años, repartiendo diarios se topó con el lobby de un gran hotel. Deslumbrado por las luminarias, le preguntó a un señor como se llamaban. El señor le explicó que eran “chandeliers” y que los arquitectos eran los encargados de diseñarlas. Y ahí mismo parece haberlo decido. Años después, en 1927, ingresa en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Illinois, donde se gradúa en 1931.

Debido a la gran depresión y a la consiguiente retracción de la construcción en Estados Unidos, Luckman no consiguió empleo como arquitecto, y terminó por aceptar un puesto de dibujante en el departamento de publicidad en Colgate-Palmolive-Peet. Inexplicablemente, o no tanto, es transferido a ventas, donde se ponen en evidencia sus aptitudes como hombre de negocios. Dado su éxito en Colgate, en 1935, Pepsodent, le ofrece una gerencia, cargo que acepta, y a partir de allí, su carrera es impresionante. En 1936, a los 27 años, pasa a ser vice-presidente, y aparece en la portada de la revista Time como “the wonder boy of American business”; en 1943, en los años en que Pepsodent es el dentífrico más vendido en Estados Unidos, llega a la presidencia. En 1944, Lever Brothers, la filial en Estados Unidos de la transnacional Unilever, compra Pepsodent. Luckman es, primero vice-presidente, y ya en 1946, presidente, y vuelve a ser tapa de Time. Luckman diseñó para Lever una poderosa imagen moderna que iba desde los envases y la publicidad de los productos a la construcción de la Lever House, el edificio de 24 pisos proyectado por Gordon Bunschaft para Skidmore, Owings and Merrill, terminado en 1952, en Nueva York, que con su hermosa piel de acero inoxidable y cristal turquesa, y su jardín público en la planta baja, plantea una renovación de la arquitectura norteamericana, que será seguida y reforzada por el Seagram Building, justo enfrente, cruzando Park Avenue, de Mies van der Rohe.

Hasta aquí bastante llamativo, pero en 1950, Luckman diseña una bisagra en su vida. Renuncia a la presidencia de Lever, deja Nueva York, se instala en Los Angeles, y vuelve a la arquitectura, asociado a William Pereira, a quien había conocido durante sus estudios en Illinois. Luckman y Pereira proyectan un edificio magnífico: The CBS Televisión City en Hollywood. Neto, metálico, blanco y negro y con una impresionante marquesina de metal rojo, que hace acordar un poco al Reina Sofía de Jean Nouvel. Posteriormente proyectan edificios muy importantes como el Hilton en Berlín, el Disneyland Hotel y el Theme Building, el plato volador-restaurante, en el Aeropuerto de Los Angeles.

En 1958, Luckman y Pereira se separan, y Luckman abre su propio estudio: Charles Luckman Associates, que en diez años, se transforma en uno de los cinco estudios más grandes de Estados Unidos, con oficinas en Los Angeles, Nueva York y Phoenix. Los críticos parecen coincidir en que Luckman, desde su particular historia, supo dar respuesta a los hombres de negocios. Posiblemente sea algo más complejo, y más difícil de captar desde la crítica y la historia de la arquitectura. Parte del éxito de Luckman como hombre de negocios se debe a que pudo entender como la imagen del producto opera sobre el funcionamiento del mercado. A su vez como arquitecto, es seguro que logró intersecar las posibilidades de la arquitectura moderna con las expectativas del capitalismo de la post-guerra, creando una arquitectura tersa, sin estridencias, pero con impacto visual, adaptada tanto al tejido y a las características de la ciudad como al confort de la vida norteamericanas. En sus obras se reiteran siluetas muy netas -muchas veces el círculo-, como en el Madison Square Garden, en Nueva York, con muy amplios espacios públicos. MCI está proyectado con dos torres envasadas en una piel de cristal oscuro, con las aristas suavemente redondeadas. Una de 33 pisos es para oficinas, y la otra, un poco más baja funciona como hotel, primero fue Hyatt, y ahora Sheraton, con un restaurant circular -otro plato volador- posado en la terraza. Ambas torres se apoyan en un basamento amplio y bajo de ladrillo visto. El espacio público y comercial que ocupa el basamento es descomunal, un poco desaprovechado, supongo debido a cierta decadencia del downtown de Los Angeles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario